El recién pisaba los seis veranos, y ella no tenía más de dos. A simple vista podrían parecer diferentes. Al acercarte notabas que corría la misma sangre y, al fijarte bien, los encontrabas mirándose de reojo. Cuidándose mutuamente.
Al nacer, tiñó el luto familiar en incontrolable felicidad. Casi sin darnos cuenta nos convertimos en satélites de su sonrisa. Algunos dijeron que fue un regalo, otros desearon ver en él una parte de los que nos habían dejado. Pero no fue solo eso, vino con una luz especial natural. No era como los demás. Al menos así lo decían los que le conocían.
Tan cerca y tan lejanos…
Soñaba con castillos y cruzadas, superhéroes y soldaditos de plástico. En cambio a ella era habitual verla pasear por el lado salvaje.
Los dos eran felices a su manera. Y se topaban a diario. Eran como imanes. Según el lado por el que se encuentran. A veces se repelen y por momentos explotan en sonoras carcajadas y carantoñas hermanas.
Ella, en cambio, llegó haciendo ruido. Es su forma de vivir. Le gusta hablar por los codos, ¿comiste alpiste?; le decimos cariñosamente desde el canario socarrón. Como si no fuera con ella, mira hacia otro lado y sigue con lo suyo. Enfrascada en una extraña conversación con su inseparable muñeca.
En las noches de soledad, cuando las estrellas del techo de la habitación se iluminan, ella saca su lado más rebelde y se enreda en extrañas discusiones; un día con la almohada, otra con su muñeca, sus padres, y las más, se centra en su hermano, quebrando sus sanos sueños e invitándole así a sus fiestas de cama (al menos eso piensa ella).
Por el contrario el suele abstraerse escondiéndose de la oscuridad. Mirando los dibujos de los cuentos, soñando con documentales de animales, haciendo puzzles imaginarios de ratones guerreros y espadas invencibles.
Juntos se convierten en superhéroes. Risueños y disparatados. Cercanos y cariñosos.
maravilloso
ResponderEliminarDe vuelo alto este príncipe y su corista. ¿N y J? De vuelo alto como tus palabras que los sobrevuelan en un magnífico retrato, un gesto de amor muy cercano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Elisa.
Me gustado mucho.
ResponderEliminarGracias y besos.
El principe.
Precioso Kike, en la primera frase reconocí a los protagonistas.
ResponderEliminarQue bonito!!!!
Felicidades
Un abrazo
Sara
Muy bonito incluso aunque no aparezca yo ;-)
ResponderEliminarYo también soy fan del príncipe y de la corista.
Me ha encantado. ¡Felicidades!
Abrazos.
Muy lindo kikito,
ResponderEliminarhomenaje a estos increibles locos bajitos,
hoy les toca a ellos recordarnos que vivir era soñar
y un dia tu, enseñarles que nunca se puede dejar de soñar.
Uno de los 4 fantasticos
Bueno...qué te voy a contar yo de mis niños!!. Nadie podía haberlos descrito mejor y hasta el título les viene que ni pintado.No me canso de leerlo,¡me encanta! y alguna lagrimita se me escapa.
ResponderEliminarSon el sol y la luna,pero si me apuro y lo pienso quizás como el padre y la madre,je,je. Gracias por escribir cosas tan bonitas pa mis hijos.
Besos y mas besos.
Quique, muy muy bonito. Aunque igual que Jose, no aparezca yo.jeje
ResponderEliminarUna descripción perfecta, donde dejas ver lo mucho que los quieres y lo magníficos que son.
Felicidades y sigue escribiendo!!
Quique...qué bonito y cómo se nota que los adoras.
ResponderEliminarNo dejes de escribir nunca.
Tu prima Isa :)
Y como le pasó a la madre de los protagonistas...¡yo también me he emocionado al leerlo!
ResponderEliminarIsa.
Muchas gracias a todos. Y como bien dice Danielito, estos pequeños y locos enanos están aquí para disfrutarlos y que nos recuerden que todos fuimos niños.
ResponderEliminarAbrazo amigos, familiares y demás.
PD: Ah y gracias por animarme a Isa, Sara, Jose, Anónimo, Canalejas, Elisa, Maninidra, 4 fantásticos y por supuesto, al príncipe y a su dislocada corista.
He de reconocer que no pude aguantar mi emoción. Precioso.
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