A veces empujo una quimera,
el lápiz la alumbra en papel,
y mis pasos no dejan estela;
no son más que sueños a tropel.
Me bebo el vino a grandes tragos,
y olvido que ahora hace frío,
ahogo promesas y amagos,
es hora de soñar como críos.
Y ya dejé de cazar mariposas,
esto si es una falta, Quiquito,
soñemos de nuevo en esas cosas,
que convierten el amor en infinito.
Muy bueno, me recuerdan a esas noches de jueves+vino+cine...
ResponderEliminarSONETO DEL VINO (Jorge Luis Borges)
ResponderEliminar¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?
Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.
En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto
otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.
Esta si que es del vino. Ya la leemos un jueves, jejeje. Me alegro que te haya gustado. Besos.
¡Qué bonito Quique!, no sabía que tenías alma de poeta.
ResponderEliminarJaja alma de poeta... ojalá. Muchas gracias Sara. Ya soy seguidor de tu blog. Lo pongo por aquí por si alguien quiere pasearse y disfrutar de tus experiencias y saber acerca de moda, cine, gastronomía,...
ResponderEliminarhttp://elrinconcitodesarafernandez.blogspot.com.es/
Abrazos!!