viernes, 24 de agosto de 2012

Cuba. Reflexiones desde un avión que cruza el charco 1

Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. 17 Agosto 2012.
  1. Política. “Patria o muerte”.

    Mi primer contacto con Cuba me dejó vacío. De noche, la vía que conduce hacia la Habana carece de grandes luces y no deja disfrutar más allá de dónde alcanzan los faros de tu carro. La ciudad, en Centro Habana, se agazapa usando la luna como habitual compinche.

    "Rincón de los cretinos" en el museo de
    la Revolución. La Habana
    A la luz del día el cuadro es bien diferente; la isla se destapa complicada y contradictoria. La primera flecha de Cuba va directa al cerebro. Abruma, y es esencialmente política. Mensajes revolucionarios despiertan al visitante, al mismo tiempo que sirven para aleccionar al pueblo. Propaganda y frases meditadas que aluden al socialismo, al poder de una nación unida, al esfuerzo, al trabajo y sacrificio constante, a Camilo Cienfuegos, al Comandante y Jefe de Estado el eterno Fidel y su hermano Raúl Castro, a José Martí, y a muchos otros que lucharon por el régimen actual y contribuyeron a derrocar a Fulgencio Batista.
    Pero por encima de ellos, en estos carteles se recuerda la mitificada imagen de la revolución, al Ché. Idolatrado y explotado a partes iguales hasta la saciedad, Ernesto Guevara simboliza al hombre recto, luchador, honrado e idealista que moriría por sus convicciones. Por sus venas corría toda Sudamérica como un único pueblo libre. De improvisto, y en continuas conversaciones con cubanos de a pié, me susurraron que todos estos valores del Ché se echan, francamente, muy en falta y cada vez en mayor medida en el Comandante Fidel Castro y su corte de aduladores. Como todo personaje popular, las andanzas del Ché conllevan una legión de incondicionales al igual que feroces detractores. Sus opositores destacan su fuerte apego a la lucha armada como mediación de conflictos, su derramamiento de sangre o el fusilamiento indiscriminado al que sometía a sus detractores. 

Pintura del Ché por artista callejero. Trinidad, Cuba.
Consignas. Santa Clara, Cuba.

Cuba es diferente a cualquier concepto que entendamos como nación. Es libre ante el hombre del saco, encarnado a la perfección por el imperialista y consumista yanqui, quién somete a su antojo a gran parte de América latina. Pero a su vez, el comunismo ha llevado implícito una losa cada vez más pesada, que recae sobre sus compatriotas; bajo un régimen que dice otorgar el poder, por y para el pueblo, se auspician miserias y opresión sin reparos. Se silencian voces opositoras al poder establecido con sangre. Se restringen derechos al pueblo o se premia al “chiva”: como denominan en este país a los que en otro tiempo se ganaban el favor de la corte a costa de delatar a sus semejantes.
Pintadas en Santa Clara. Cuba.

Su política es un enigma constante y para un foráneo despierta amores y odios. No deja impasible dejando como resultado un complicado posicionamiento. En ocasiones parece difícil entender si es cierto que los medios justifiquen el fin. Y lo más importante, si es este el resultado que se interpretó desde los comienzos de la Revolución Cubana. Es decir, ¿es este el modelo en el que se encuentran el que mejor defiende al pueblo de presiones externas, lo libera del dictador gobierno y le otorga el poder legitimado de su rumbo? o, por el contrario, (y como en ocasiones entendí) el mensaje se ha ido tergiversando y corrompiendo, acabando por beneficiar a unos pocos por encima del bien común.

Entre los grandes fracasos que alejaron a Fidel del pueblo, por lo que pude comprobar en voces de los mismos, están la falta de comprensión, que continuamente han demostrado los dirigentes hacia sus problemas; la desaparición, en extrañas circunstancias, del Comandante Camilo Cienfuegos, pieza clave en la revolución y figura muy querida por el pueblo debido a su sencillez y cercanía; y los asesinatos o encarcelamiento de la mayoría del núcleo duro de la guerrilla que ayudó al cambio social-político por desavenencias con el Comandante y Jefe de Estado Fidel. No me gustaría dejar exclusivamente una idea negativa de la actual política del país. Es deber destacar como se ha logrado una sanidad gratuita para todos sus conciudadanos y de una altísima calidad, reconocida en todo el mundo; o una alfabetización sin antecedentes, de casi la totalidad de la población. En educación y cultura resulta complicado poner algún reproche. No así en otras cuestiones de suma importancia, que por hoy dejaremos al margen, y que bien podrían explicar los miles de ciudadanos cubanos exiliados.

El futuro de este país es francamente incierto. La naturaleza humana le ha tocado a las puertas del mismísimo Fidel. Demuestra signos de decrepitud y fatiga (incluso sus habituales columnas de opinión en el periódico revolucionario Gramma han desaparecido). Y por ello ha designado como sucesor a su hermano Raúl, en un desgarrado intento por alargar la vida del actual sistema, evitando, un irremediable cambio, pues Raúl se encuentra también en edad avanzada. La incógnita que se cierne sobre el pueblo cubano es grande y podremos ver si el cambio que sucederá a estos históricos tiempos mejora lo vivido. O, si dando la razón a la Revolución, los designios de este país son controlados por terceros con mayor poder económico.


El tiempo nos dará o quitará razones. Y así podremos comprobar si se cumple el vaticinio de Fidel, que en uno de sus certeros e históricos discursos, en su propia defensa, pronunció aquello de: “La historia me absolverá”.


Pintada frente al museo de la Revolución. La Habana. Cuba.

8 comentarios:

  1. Sin duda, Cuba tiene muchos interrogantes para mí, quizás el que más, y muy influenciado por lo gran idolatrado que está el Che, es si él luchaba por esta Cuba que ha gobernado tantos años su gran amigo Fidel.

    Genial quique, me ha encantado.

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    1. Si, Cuba no te deja imparcial. Esta llena de contradicciones, al fin y al cabo, así somos los humanos. Precioso país que disfrutamos y que se encuentra con un interrogante futuro político-social.

      Gracias y besos.

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  2. Gran artículo... mis más sinceras felicitaciones. Creo que deberías enviarlo también al periódico para que tenga más difusión ya que a los canarios les resultará muy interesante la visión de un ciudadano canario de a pie como expectador in situ por tierras cubanas.

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    1. Muchas gracias D. Hugo. Me agrada saber de tí y sobre todo de que tengas tan buen gusto, jeje. Pues ya sabes que aquí tienes un foro para expresar lo que te inquiete.

      Saludos y a ver si al fin nos vemos.

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  3. Chacho!! qué intenso! me lo tengo que repasar, pero muy bien escrito. Tienes madera chico y además la genética Redondín hace su parte,je,je.. Me ha gustado mucho. Visitar países diferentes da para pensar y reflexionar mucho, la verdad es que es una incertidumbre el futuro de Cuba sin los Fidel. Se verá....
    Besos y esperamos la 2ª parte
    Enhorabuena!!!

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    1. Muchas gracias Mari: Pues sí, los viajes te hacen ver con un prisma muy diferente el mundo que te rodea. Además, en ocasiones parece que vivimos en una burbuja irreal de la que damos por sentado que todos tenemos las necesidades básicas cubiertas. Y no hay más que mirar el horizonte, y salir de Europa o Norte América, para darnos cuenta de que aún faltan muchas cosas por hacer.
      Y Cuba, como bien dices, además de tener profundas carencias, es un país instalado en la incertidumbre.

      Besos y avisaré para la 2ª parte!!

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  4. La primera frase me recuerda el chiste ese que decía algo así, como que frente al grito de "!Socialismo o muerte¡", y alguien contestaba "bueno, si hay que elegir...socialismo".

    Aunque la política lo determina casi todo, y eso incluye nada menos que gran parte de los aspectos de la vida cotidiana, (lo que puedas poner en el caldero, lo que puedas opinar, etc), sí que debe ser una gran experiencia visitar el país al que la esa misma política parece llevar a un segundo plano todo lo demás: cómo es la gente, los paisajes, la comida, etc.

    Viajar engrandece el espíritu. ¡Qué guay!.

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  5. Jeje, pues no está tan alejado el chiste de la realidad compañero Adolfo. La gente se decantó por el Socialismo a falta de otras casillas en las que marcar la cruz.

    Lo cierto es que la política engulle un país que si se pudiera ver sin ese prisma sorprendería igualmente. Te atrapa por su cultura, su sociedad, sus habitantes y su generosa naturaleza.

    Pues sí, viajes que enriquecen.

    Saludos!!

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