Aún consternado por la humillación a la que es sometida la
salud del planeta en Pekín, aterrizo en la Plaza
de Tian´anmen. El guía Yang, en un forzado español nos explica, entre
continuos tropiezos con el léxico, que se trata de la plaza más grande del
mundo. En extensión, claro. Y más importante del país.
Mi mente se dispersa olvidando escuchar sus palabras y
rescato hechos que leí hace unos meses, cuando preparaba este viaje, sobre
cierta masacre a estudiantes que se encontraban en este mismo lugar
manifestándose de manera pacífica en contra del gobierno. Esto sucedía, si no
recuerdo mal, a finales de los años ochenta. Me planteo en silencio si es buen
momento para cuestionar ciertas cosas al interlocutor que nos acompaña, pues a
pesar de que el país ha evolucionado en el aspecto político y social desde
entonces, es evidente que aún no gozan de una libertad real y absoluta. Desde
mi llegada he visto numerosas pruebas del control que se ejerce sobre la
población para que no tengan libertad de información y opinión, entre otras
cosas.
Como si mis divagaciones hubieran llegado a oídos de Yang –o
José, como prefería que lo llamáramos ¿….?- mediante telepatía, nos explica que
esa plaza, así como la contigua Ciudad
Prohibida, no son lugares aconsejables para dialogar sobre política. Matiza asegurando que suelen haber espías vestidos de paisano ávidos de cualquier información o sujeto sospechoso.
Desechamos toda referencia al gobierno y llegamos hasta el
frontal de la Ciudad Prohibida, que
nos recibe con una gigantesca imagen del antiguo líder de la República Popular
China, Mao Tse Tung.
Plaza de Tian´anmen y entrada a la Ciudad Prohibida. Veintiséis de septiembre del 2013. La Isla sin Camarón. |
Postrados ante él, cual súbditos insignificantes ante el
imponente semblante del poderoso personaje, Yang rompe el silencio:
- Se dice que es un retrato con similitudes al de la Mona
Lisa, con una sugerente mueca de sonrisa en su gesto.
- Sí, incluso parece estar vigilando toda la Plaza desde
su posición, aunque te muevas te sigue con la mirada. Respondí sin apartar la
vista.
- Podría tratarse del gran hermano. Dijo Yang sin darle
importancia.
Retomamos camino bajo el peso de su constante vigilancia y
pasamos bajo el retrato mientras recuerdo pensar “¿estaremos ahora hablando de
un simple cuadro o de política?”.
Retrato de Mao Lisa o la Mona Tse Tung. LISC. |
Jejeje, muy buena la leyenda de la última foto. La verdad que impone esas culturas tan cerradas.
ResponderEliminarGracias por seguir escribiendo.
Si, una cultura cerrada que parece que se va abriendo al mundo que le rodea... pero con una lentitud que sigue estando bajo control.
EliminarPor aquí seguiremos siempre que personas como tú estén al otro lado.
Besos!
Ey viajero...¿no puedes emprender ninguna aventura sin meterte en problemas? Siempre metiendote donde no te llaman, como tiene que ser...Interesante reflexion primo.....
ResponderEliminarSi Daniel. Viajar siempre es placentero y hace feliz. Pero considero que debemos ser críticos con lo que vemos, pues es una manera más de involucrarnos en este dichoso mundo.
EliminarUn abrazo!!
Interesante reflexión. ¿Sabes que compramos tu libro y nos ha gustado mucho?, lo vimos por aquí casualmente y lo pillamos. Nos gustó mucho, escribes sencillo y directo.
ResponderEliminarSaludos de una lectora.