El bar Goya es barraquito, cañas y licor de gomerón; es pulguitas de mechada, aceitunas y gruesas tortillas. Pero ante todo es un bar como pueden haber miles en España. Pero diferente, como todos. Con sus peculiares personajes. Con la chica que baila sin dientes..., el hombre de la esquina que le habla a su amigo imaginario sobre rallys..., o el señor miyagui, que se echa unos pizcos después de una dura jornada asando castañas o preparando papatazos según la época.
Pero sobre todo, en el Goya hay ese ambiente indescriptible de camaradería entre clases sociales encontradas. Dónde los problemas se esconden en ocasiones detrás de un carajillo o se ahogan en el fondo de una cuarta de vino de Tacoronte. Es allí dónde se hace palpable que el camarero es tu confidente. Porque en el Goya los camareros son su mayor riqueza.
Encabezados por el dueño y señor de los dominios, el doctor Fidel; siempre dispuesto a una carantoña amiga. Y escudados por el temple de Don Juan, exiliado a Venezuela con viaje de ida y vuelta que ilustra en sus arrugas ilusiones de juventud en el continente americano.
A estos dos maestros les sigue un regimiento de grandes artistas cultivados en el ducho empeño de hacer olvidar las penas a la par que satisfacer nuestras panzas.
Muchos días comenzaron por este mítico lugar, pero más noches pasaron por él. En mi recuerdo quedará una etapa de mi vida siempre asociada a esta ciudad. Con cariño y nostalgia.
Si algún día estás por San Cristóbal de la Laguna y tienes un momento. No dudes en pasar. Es posible que te sientas como en casa. Como yo me sentí. Quizás conozcas alguno de sus distinguidos huéspedes. O tal vez comiences a ser tu uno de ellos. Si así no fuera, tómate al menos un trago a la salud de los que hemos vivido en sus banquetas y dale recuerdos al bueno de Fidel y a Don Juan.
Don Juan y Fidel. Bar Goya 2006 |
y de "quiques" y "danieles", y de "lunes al sol" y fiestas del cristo, y de "quinquis" y desayunos "matabichos", y del viejo pintor que habla con el cigarro y la chica del tiempo..., y un largo etc en el Goya,.. jajaj,..muy bueno super Quique, un fuerte abrazo.
ResponderEliminar(jaime)
qué pasa primo-vecino! Ví tu blog vía facebook,no sabía que te gustaba escribir y que lo hicieses bien.
ResponderEliminarÁnimo con el blog pues lo díficil es mantenerlo activo frecuentemente, yo tengo el mío abandonado, buscando la motivación, ahí te lo dejo
Un besito
Marta
Quicollo, tu sensibilidad por mirar a tu alrededor y ver a los que nadie ve, es genético.
ResponderEliminarEs lo mejor de la vida. Y además, gratis
No pienso ir al Goya, prefiero tu relato, seguro que es mas real.
Maninidra
Sentí durante unos instantes que estaba sentada en el Goya, con mi pulguita de pollo y tu con una de mechada, con tabasco!
ResponderEliminarCuántas historias me habrás contado del Goya?
Pues sí, que bueno Jaimito. El Goya es eso y todo lo que quieras ver cuando pasas sus puertos o te lo imaginas. Que tal por tu casa Angoleña?
ResponderEliminarYa vi tu blog Marta. Está chachi. Lo seguiré ahora que sé de sus existencia. Besos prima.
Muchas gracias y abrazo grande a las calles de Maninidra y Canalejas.
primo,
ResponderEliminarhe quedado muy sorprendida al leer tu blog.mi primera entrada fue el otro dia con el articulo que escribiste para la abuela y la verdad es que no tuve palabras para responderte porque me tocó el coranzoncito.de verdad que no sabia de la existencia de este blog y tengo que reconocer que me encanta.
Y ahora, al leer el del mitico Goya, con esa descripcion tan exacta de ese peculiar lugar, me has trasladado hasta alli, al ladito de casa, donde tu y el aventurero dani pasaban muchas horas....Quique solo decirte que enhorabuena por tu blog y espero que sigas escrbiendo mas cosillas porque haces que me sienta cercita de las islas.un besito enorme desde leon.
Eva
Muy bueno Kike, alguna que otra aventura me brindaste en El Goya, y gracias a sus huéspedes unas noches inolvidables. Recuerdo en la que tu mismo te servias esa enorme tortilla,jejejej, alongándote por encima de la barra, ...ains que recuerdos.
ResponderEliminarDespués de leer sobre la atmósfera entrañable en el "Goya", dan ganas de sentarse sobre tus letras y pedir una cuarta doble de vino y una tapa de queso. Tal vez el "Goya" sea uno de los mejores lugares de esa ciudad de la que se dice que es el único bar que tiene universidad. :-)
ResponderEliminarGracias, Kike, y un abrazo.
Elisa.
Muchas gracias gente. Un abrazo!
ResponderEliminarKike, he estado dando un paseo por el Blog, una gozada. En un tiempo tambien roce ese rincon de la laguna, y puedo decir que los personajes con los que fui tambien eran de aupa. Un abrazo!
ResponderEliminarMiguel (el gemelo)
Eyy!! que pasa gemelo, me alegro que te guste. Se bien que por tu sangre ha corrido el espíritu lagunero también. Aunque viniendo de una estirpe de grandes amantes de la noche, es casi de manera natural que acaben rozando los mismos lugares comunes.
ResponderEliminarUn abrazo Miguelito.
Disfruta con moderación en Brasil!!(jeje)